No entiendo por que no entiendo lo complejo de mi ser, y me preocupa no entender porque quiza por eso no me importa a nadie perder. Tampoco entiendo porqué me da miedo no tener miedo y me da miedo que mi miedo más grande sea miedo no tener. Ya ni siquiera quiero ver porque entre más veo pierdo el interés en algo ver, pienso demasiado y mientras pienso que mucho pienso me doy cuenta de que a enloquecer soy más propenso porque siempre hago lo contrario. Existo, y luego pienso.
TenĂa miedo, muchas veces lo tuve, cuando más lo sentĂ, fue cuando lleguĂ© a Bogotá, a un ambiente completamente distinto, venĂa de la costa, de un pueblo en el que todo el mundo se conoce con todo el mundo, era muy alegre, habĂa mucho amor por todas partes y ahĂ tenĂas amigos por todos lados porque sentĂas que eran como tĂş, cosa que nunca sentĂ al llegar acá. No era tan comĂşn ver a gente negra, no sabĂa lo que era ser un negro en donde solo habĂa blancos, nunca habĂa sentido o visto un trato asĂ cuando niño porque de donde venĂa, como habĂa dicho antes, eran como yo, tenĂan mi color de piel, mis costumbres, mi pelo, mi nariz grande, mis ojos oscuros, mi sonrisa, mi fuerza. Cuando vas caminando por la calle y te quedan viendo como si no fueras humano, como si fueras un animal, o como nos suelen decir, un mono, alguien feo y distinto, cuando eres solo un niño no te das cuenta del desprecio, hasta que llegas a una edad en la que eres más consciente de que no te tratan por lo que eres, si ...
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