Caminando esa noche y mientras daba cada paso, se derrumbaba el futuro que Ăbamos construyendo con cada abrazo, ya nada tiene sentido, porque mi razĂłn de vivir no está conmigo, la luna me pide olvido, pero como carajos le digo, que desde que te conocĂ, eres la razĂłn de cada uno de mis latidos.
La almohada ya está cansada, la abrazo de vez en cuando añorando ver en mis sueños al menos tu mirada, extraño hasta nuestras manos sudadas mientras estaban entre lazadas, nuestras noches de risas, discusiones y pendejadas, comiendo y hablando hasta la madrugada, ni siquiera te importaba estar tan cansada.
No puedo ni quiero creer que estas mejor sin mĂ, porque sĂ© que si te encuentro por ahĂ tus ojos me dirán lo que tu no me quieres decir, porque te siento en cada calle, en cada aroma, a nuestra historia no hay que ponerle un punto, solo una coma, si un dĂa decides volver, aquĂ estarĂ© esperando, con el tun tun de tu corazĂłn, en nuestras dos almas y al mismo tiempo, sonando.
Comentarios
Publicar un comentario