CapĂtulo 3 - SĂ© lo que soy
No, no quiero el perdĂłn de ninguna de las mujeres a las que lastimĂ©. Esa es la verdad, y sĂ© que suena mal, pero no me arrepiento de absolutamente nada. ¿De quĂ© me servirĂa lamentarme todos los dĂas por las cosas malas que hice? Me parece absurdo y estĂşpido ser malo y pretender que no lo soy, sintiĂ©ndome mal despuĂ©s de haberle hecho daño a alguien. Puf, soy malo, y no hay cura para eso. Y está bien, porque ya aceptĂ© que no siento ni el más mĂnimo remordimiento o sentido de culpa.
Lo Ăşnico que a veces lamento no es ni siquiera lo que hice, sino no haberlo hecho mejor para que no se dieran cuenta. Yo no amo ni quiero; solo ilusiono, uso y me aburro. A veces necesito entretenerme con alguien, y ahĂ es cuando ese alguien no vuelve a ser la misma persona por mi culpa.
AsĂ que si el consuelo de alguna de ustedes es pensar que me arrepiento de que las perdĂ, o que me siento mal por tratarlas asĂ, o que no encontrarĂ© algo mejor o a otra mujer como ustedes, lo siento. Pero muy rara vez pierdo algo bueno, y si lo pierdo, crĂ©anme, no es motivo de desvelo para mĂ, y mucho menos el perder a una mujer.
En mi extraña, rara y tal vez errĂłnea filosofĂa, mujeres es lo que hay. Ninguna es tan especial; solo son eso, mujeres. No entiendo por quĂ© algunos hombres las endiosan tanto, hasta llegar al punto de incluso dejarse pisotear por un poco de atenciĂłn. Al fin y al cabo, aĂşn no sĂ© lo que es sentirse asĂ, y no creo hacerlo. Estoy acostumbrado a que se mueran por mĂ y que hagan de todo por estar conmigo. Siempre estoy con quien quiero, asĂ que no, no me conformo con menos. Soy malo, no estĂşpido.
Espero que al menos disfruten o me odien más leyendo lo que escribo. AsĂ veo las cosas yo. En lo personal, me gusta que me odien, asĂ demuestran que aĂşn no me superan y que puedo volver a tenerlas cuando yo quiera. Quizá estoy enfermo, porque no veo lo malo de mi actuar, pero en parte sĂ© que está mal, y no entiendo, porque lo sigo haciendo y me sigue dando igual. No sĂ© quĂ© me pasa; quizá sea bipolar o algo asĂ. Tengo un problema, eso es cierto. DeberĂa quedarme solo, pero no quiero eso. Prefiero seguir asĂ; es más fácil. Del malo nunca abusan, asĂ que nunca dejarĂ© que alguien llegue a conocerme lo suficiente como para llegar a hacerme daño. Al fin y al cabo, la persona que más sueles amar es la que más te suele dañar.
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