No sabía que te extrañaba Salí con una chica hace poco. Era muy linda. Me preguntaba muchas cosas y parecía que en realidad estaba interesada en mí. No le volví a hablar. Me hizo una pregunta que me hizo darme cuenta de que lo mejor para ella era no verme más. —Si pudieras estar en algún lugar y quedarte por siempre ahí, ¿dónde estarías?—. Y me acordé de ti. Le dije que en una casa junto a la playa, omitiendo que esa casa junto a la playa era en la que tú y yo soñábamos vivir algún día, junto a nuestros hijos, corriendo descalzos, sintiendo cada parte de la arena y del mar. No sabía cuánto te extrañaba hasta que los recuerdos empezaron a golpear cada parte de mi corazón y de mi alma. Estás en mí. No te puedo sacar. Porque esa casa junto al mar, y nuestros hijos, nos están esperando. El lugar es lo de menos; podría estar en cualquier sitio donde tus bellos y grandes ojos me estén mirando. Porque tu sonrisa es mi paz, tu mirada mi calma, tus brazos mi hogar, y tu cuerpo, mi paisaje...